Te admiro mujer valiente, la de los ojos color miel. Te admiro cada día, cada minuto. Te admiro en las mañanas, cuando con unas fuerzas, que no se dé dónde sacas, te levantas con ese vientre lleno de vida, y afrontas el día como siempre, como si no hubiera un mañana. Te admiro en lucha contra los dolores, cuando te estiras para que la niña que te presiona, se acomode y no sufra. No puedo pensar en alguien más valiente, no puedo, quizás estoy obnubilado con tu luz, la que invade toda mi vida, la que me deja ciego. Algunos dirán que solo es un embarazo, que ilusos, que tontos, yo sin embargo digo que estas modificando el futuro, sos la piedra que crea olas en un lago de calma, sos el rayo que parte el árbol y comienza el incendio. No tengo miedo en lo absoluto, ya que tanto la bebe como yo, te tenemos a nuestro lado.