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Mi tiempo

   hay esperas y esperas, uno tiene que aguantar por todo, no me quejo de eso, lo tengo bastante asumido de muchos años, pero siempre tenemos que esperar, y eso no seria malo si fuéramos una especies eterna, pero no lo somos, somos seres que se mueren. Siempre me llamo la atención que nuestra sociedad no aprecie el tiempo como algo precioso, perdemos tiempo en todos lados, en el medico, en un banco, en un bar esperando un sándwiches, en la parada del colectivo, en la municipalidad. Y la pregunta mas importante es ¿Quien nos devuelve el tiempo perdido?, quizás hay que empezar a pensar al tiempo como algo ingobernable. Un hombre muy inteligente dijo que el tiempo es relativo, pero creo que el hablaba de otro tiempo, yo hablo mas de algo real, algo tangible, algo que es nuestro y nos lo están sacando, porque una cosa es que yo decida desperdiciar mi tiempo y otra es que cualquiera decida sobre mi tiempo.

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EN LAS SOMBRAS

De pie y con las manos atadas, Sintiendo como el frío recorre mi cuerpo, Suspiro y cierro los ojos Dándome cuenta al fin De que es, mi último aliento. Recuerdo esas tardes de sol, Cuando era feliz con mis amigos, Y se me caen las lágrimas, Parado ahí donde se cruza el odio y el resentimiento. Tiemblo… me sudan las manos, y me arrepiento, por no decirte que te amo, Por no arrebatarte un beso. Que cobarde me siento ahora Parado como un estúpido Con el muro en mi espalda Con lágrimas en mis ojos. Desearía morirme de viejo, Desearía que mi vida sirva de algo, Que al menos sirva de ejemplo. Que mi recuerdo ablande los corazones, De estas sombras que hoy me matan. No les deseo el mal, Solo deseo que vean el amor, En los ojos de los jóvenes Y se arrepientan. Y por una vez en sus vidas, sean felices, Como lo fui yo. Los zumbidos son agudos y penetrantes, Y mi sangre se derrama sin control Pero yo ya hice las paces con

Relato de un viaje y un ciudad perdida

    Anécdotas, paisajes y profunda pero muy íntima belleza. Hay momentos en que uno se convierte en una persona con un bajo nivel de sorpresa, pero ciertos lugares, olores, colores, lagos y gigantes montañas con tremendos atardeceres, nos llenan de paz, nos dejan sin palabras, pensamos que hay momentos para ver y otros para ser, y este no era otro que un gran momento para ver, no sólo las puestas de sol, si no las pequeñas cosas que nos rodean, un árbol, su corteza, ese maravilloso mundo que se forma a sus pies, también ver hacia el cielo, que nos dice a todas horas lo pequeños que somos, un grano de arena en una playa interminable, igualmente nos sentimos grandes, al ver sin parpadear esa bóveda llena de estrellas, viendo formas que creemos que son constelaciones, sin importarnos sus nombres, sólo observar y dejar ir los pensamientos, disfrutar, ser feliz.    Hoy conocí un lago en la cima de una montaña. El camino no era nada simple, nos tardamos más de veinte minutos en subir. E